Alberto García-Alix. Un horizonte falso | La Principal de Tabacalera Calle Embajadores, 51 | hasta el 10.04.16
Comisario: Nicolás Combarro
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Alberto García-Alix, Cuerpo, luces y sombra (2014) © Marina Fertré |
Alberto García-Alix (León, 1956) es, en la actualidad, uno de los fotógrafos nacionales más reconocidos. Comenzó como aficionado y de forma totalmente autodidacta. Su interés por la imagen le llevó a ingresar en la Facultad de Periodismo de Madrid, pero se mantuvo al margen de las clases. Sólo acudía a la facultad para vender cómics underground. Su espíritu rebelde, acuciado por el movimiento contracultural de la época, desemboca en una vida llena de altibajos emocionales y problemas económicos. Finalmente, la fotografía le permite reconducir su vida hacia una carrera de éxito logrando importantes reconocimientos como el Premio Nacional de Fotografía en el año 1999.
Su exposición internacional más reciente, que se mostró el pasado año en la Maison Européenne de la Photographie de París, puede contemplarse ahora en La Principal de Tabacalera. Hasta el 10 de abril permanecerá en las salas del centro social su trabajo titulado: Un horizonte falso. Una selección de más de 80 fotografías en blanco y negro, la mayoría realizadas entre 2008 y 2015. Además, como novedad se incorpora su último proyecto: la proyección de un vídeo narrado en primera persona, que actúa como hilo conductor de la exhibición.
La temática de las imágenes es variada, pero siempre se presenta de manera desconcertante. García-Alix retrata su universo cotidiano distorsionado por planos totalmente atípicos, cambios de escala y juegos de sombras, que frecuentemente son reflejos de su propia silueta. Sus fotografías muestran escenas cargadas de lirismo en las que aparecen alternativamente melancólicos autorretratos, naturalezas abstractas, lugares inhóspitos, descarnados retratos y su gran afición por las motocicletas.
La muestra es una prueba de la significativa aportación de García-Alix en el campo de la fotografía moderna. Con maestría, logra reflejar su propia biografía en esta serie de representaciones de su entorno, que permiten descubrir la singular percepción del artista sobre su existencia en el mundo: «Un órgano vivo trasplantado de una realidad distorsionada. En este espacio traicionado persigo la mirada de mi pensamiento. Un cauce donde mis ojos se estiran. Se tensan sobre sí mismos. Hipnotizados en un intangible y contradictorio horizonte. Un horizonte falso«.
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Alberto García-Alix, Autorretrato infantil (2012) © Marina Fertré |
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Alberto García-Alix, No hay portero ni vecinos (2008) © Marina Fertré |
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Sala de la exposición Un horizonte falso © Marina Fertré |
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Alberto García-Alix, Costillas de acero (2014) © Marina Fertré |
Datos de interés:
Metro: Línea 3. Embajadores