Wifredo Lam

Wifredo Lam | Museo Reina Sofía Calle de Santa Isabel, 52 Madrid | hasta el 15.08.16

Comisarios: Catherine David y Manuel Borja-Villel

 

Wifredo Lam; El sombrío Malembo, dios de la encrucijada (1943). Óleo sobre lienzo
© Marina Fertré

Wifredo Lam (Cuba, 1902-París, 1982) sufrió en vida sucesivos exilios -el primero de España- unidos al racismo, la corrupción y la miseria al regresar a su Cuba natal -país, del que el artista volvería a marcharse para pasar el resto de sus días entre su amada París y su nuevo taller en Albissola, un pueblo de la costa norte italiana. Sin embargo, el acontecimiento que marcó profundamente su personalidad, fue la temprana pérdida de su primera mujer, Eva, y su hijo, Wifredo Víctor, a causa de la tuberculosis en el año 1931. Dolorosa vivencia que se verá reflejada en la temática de su pintura a través de los numerosos cuadros que retrata de madre e hijo, algunos de los cuales integran la actual exposición que el Museo Reina Sofía alojará hasta el 15 de agosto.

Un total de 250 obras forman parte de la antológica dedicada al artista y titulada de manera homónima. El recorrido expositivo comienza con su producción en España, cuando cruza por primera vez el charco para estudiar en el continente europeo. En 1923, obtuvo la beca que le permitió estudiar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando y plasmar en sus obras el paisaje madrileño y de otras ciudades españolas como Cuenca. Durante los siguientes años, Wifredo cosechó gran reconocimiento entre los profesionales del arte, que vieron en él la utilización de un lenguaje muy personal, cargado de matices exóticos. Una década después, tras haber sufrido la crisis económica de la Républica, la prematura muerte de su primera mujer y su único hijo en común, y el posterior estallido de la Guerra Civil -acontecimientos que se verán reflejados en la producción del artista –se ve obligado a exiliarse a Francia, a comienzos de 1937, tras el evidente triunfo del franquismo.

Durante los escasos tres años que reside en París, Wifredo experimenta una gran depuración de su estilo artístico e influencia de las vanguardias europeas. Recibe la influencia del cubismo, al entablar amistad con el maestro Picasso y la tendencia abstracta de artistas como Miró, Braque o Léger. Además, adquiere la estética de la estatuillas africanas tan presentes en los museos franceses. Sin embargo, el esplendor de su madurez artística lo alcanzará en La Habana, capital de su país natal, donde es forzado a exiliarse a comienzo de la década de los cuarenta tras la invasión nazi de Francia. En esta ciudad, Lam pinta obras donde representa con colores vivos paisajes naturales de tupido follaje y alargadas siluetas antropomórficas, caracterizadas por su angulosa geometría y sus sobredimensionados pies y manos. En su lenguaje recurre habitualmente a símbolos eróticos, como el pecho femenino, y a elementos punzantes, como señal de denuncia ante la devastadora situación de violencia que padecía el país. Sus escenarios evolucionarán hacia lo macabro invocando con oscuros colores el mundo ritual y espiritual, cargado de sombras, figuras totémicas y rostros de rasgos impersonales.

Junto a sus pinturas -las de la última etapa influidas por la espontaneidad de los artistas del grupo CoBrA tras instalarse a comienzo de los años 50 de nuevo en París-, se exhiben numerosos dibujos y grabados, donde el artista hace uso de un lenguaje más esquemático. También, hay una sala destinada a sus esculturas de terracota, construidas a partir de enseres y utensilios de uso doméstico. Apasionado interés por la cerámica que adquiere en la soleada ciudad de Albissola, donde este arte es popularmente tradicional. Además, la muestra se acompaña con un amplio material de documentación: escritos, fotografías, recortes de periódicos y un vídeo, que ayudan a ilustrar la vida del artista. Una prolífica carrera con una compleja trayectoria cargada de etapas de profundo sufrimiento emocional marcan su obra y forjan ese lenguaje artístico que, a día de hoy, consolida a Wifredo Lam como el artista cubano más internacional del siglo XX.

 
Wifredo Lam, Sin título (1939). Óleo sobre lienzo © Marina Fertré

 

Wifredo Lam, Anamu (1942). Óleo sobre lienzo © Marina Fertré

 

Wifredo Lam; Bélial, emperador de las moscas (1948). Óleo sobre lienzo © Marina Fertré

 

Wifredo Lam, El cuerpo y el alma (1966). Óleo sobre lienzo © Marina Fertré

 


Datos de interés:

Horario: Lunes y de miércoles a sábado de 10:00 a 21:00. Cerrado: martes y domingos.
Precio: 4 Euros. Gratis con Carnet Joven.
Metro: Línea 1. Atocha