ARCOlisboa. Balance galerías de Madrid

ARCOlisboa, celebración en la Fábrica Nacional da Cordoaria del 26 al 29 de mayo


ARCOlisboa repetirá en 2017. Confirmación que era de esperar ante la magnífica acogida que ha tenido la feria en la capital portuguesa. Sus 12.800 visitantes, son muestra de la popularidad de este evento, que ha conseguido mantener vivo el entusiasmo de los galeristas: «Todos estamos muy ilusionados» -afirma la galerista Juana de Aizpuru«la estancia ha sido verdaderamente agradable y el público local estaba encantado. En este sentido, ha sido todo un éxito».

Una feria, que desde sus inicios ha sido mucho más cosmopolita y europea de lo que a priori se esperaba: «La sensación desde la inauguración era que había un público variado, interesado y sensible« -precisa Inés Muñozcano de la galería Slowtrack «La mayoría de los coleccionistas eran europeos, principalmente, franceses». La nacionalidad francesa fue la más destacada por todos los galeristas, aunque también acudieron coleccionistas de países como Bélgica, Suiza, Alemania e Inglaterra. «En su conjunto, el público ha sido prácticamente 100% europeo» -detalla José de la Mano, director de la galería homónima- «De hecho, el número de coleccionistas brasileños que han asistido ha sido muy reducido. Esto prueba que Lisboa se ha convertido en el destino de residencia de muchas fortunas europeas».

Otro de los factores que ha jugado un importante punto a favor, según la opinión de todos los galeristas, ha sido el concepto ‘boutique’ de la feria: «ARCOlisboa ha sabido crear su propia personalidad con un formato distinto que puede funcionar muy bien» -expresa Iñigo Navarro, director de la galería Leandro Navarro«Me ha parecido especialemente interesante que sea totalmente diferente a ARCOMadrid y que cuente solamente con un reducido número de galerías. Además, el equipo de ARCO ha sabido elegir y adecuar correctamente el espacio al evento. En mi opinión, la Fábrica Nacional da Cordoaria es un edificio histórico que presenta unas proporciones idóneas para mostrar las piezas de arte«.

Y es que la forma alargada y diáfana del antiguo establecimiento de la marina portuguesa es idónea para caminar con facilidad entre los distintos stands y la visualización de las obras: «Creo que fue muy acertada la distribución a modo de circuito circular, porque permitió colocar la hilera de stands en el centro y los dos pasillos en los laterales, de tal manera que resultaba muy cómodo y sencillo transitar por la feria -concreta Inés Muñozcano- Además, el hecho de ser un número reducido de galerías, ha favorecido que el público diese varias vueltas y pasase más de una vez por el mismo sitio. Por lo tanto, si un coleccionista no visitaba el stand a la primera, casi con total seguridad lo hacía a la segunda».

No obstante el recinto tiene todavía aspectos que mejorar para llegar a convertirse en un lugar óptimo: «Es necesario asear más el edificio porque aún está deteriorado y todavía no cuenta con las condiciones adecuadas de higiene, sobre todo el suelo que acumula gran cantidad de polvo», comenta Juana de Aizpuru. Detalle a ajustar para el correcto acondicionamiento del espacio con el que también coinciden Paloma González y Enrique Tejerizo, directores de F2 Galería que, además, inciden en la importancia de «la mejora del parking y la creación de un área donde el público pueda descansar. La solución, por ejemplo, podría ser poner bancos en los patios».

Una serie de cuestiones técnicas que todos están de acuerdo en que son habituales que surjan en la primera edición de una feria, pero que es preciso subsanar en el futuro. Al igual que también será necesario incentivar la participación de más galerías extranjeras en los próximos años, para que la feria siga creciendo y aspire a ser un evento de referencia a nivel internacional. La mayoría de las 45 galerías participantes procedían de Portugal y de España: 19 y 13 respectivamente, destacando la presencia de nueve madrileñas. Por lo que de fuera de la península ibérica, solamente asistieron cinco de Brasil; dos de Italia, Francia y Estados Unidos; una de Suiza y otra de Colombia.

Una descompensación que también tuvo su manifestación en las ventas, donde a nivel general las galerías portuguesas gozaron proporcionalmente de mucho más éxito que el resto: «Las galerías de fuera estamos vendiendo poco y esto es un aspecto que hay que remediar, porque los galeristas extranjeros por muy ilusionados que estén no pueden venir más de un par de años sin vender» -afirma Juana de Aizpuru- «Repetiré el próximo año porque creo firmemente que hay que apoyar a esta feria, aunque es necesario que las empresas y las instituciones de Portugal colaboren más en las ventas. Además, como somos un número reducido de galerías no son necesarias grandes cantidades de dinero y las instituciones podrían proporcionarlo sin demasiada dificultad. No obstante, creo que este asunto se conseguirá con el tiempo», añade.

Una serie de peticiones que esperan lograr con los años ya que el ayuntamiento ha demostrado estar muy involucrado y querer mejorar todos los detalles. Hay un alto interés en que la feria se siga celebrando y por ello contribuirán en todo lo que sea necesario para cumplir este deseo: «Las instituciones públicas de Portugal estaban ansiosas por tener una feria de arte contemporáneo internacional en la ciudad, ya que la última importante, Arte Lisboa, finalizó hace tres años» -explica José de la Mano quien también destaca el «gran apoyo por parte de artistas como Joana Vasconcelos, con la que pasamos un momento fantástico a bordo del Pabellón flotante que diseñó para la 55ª Bienal de Venecia, y de coleccionistas portugueses, como António Cachola que dio un cocktail y mostró su colección privada».

Todo ello como parte de un programa de visitas, debates y conferencias que ha complementado a la perfección la celebración de ARCOlisboa y que, como dice Inés Muñozcano «resulta especialmente interesante porque además de exponer obras, se generan también contenidos de calidad con este tipo de actividades paralelas«. Para ello, el equipo ha contado con la colaboración de un destacado número de expertos del sector artístico, entre ellos «profesionales de importantes museos internacionales, como el Guggenheim de Nueva York, y nacionales, como el Museo Reina Sofía de Madrid y el MEIAC (Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo) de Badajoz»-concreta Leandro Navarro.

Pero sin lugar a dudas, lo que ha dejado claro ARCOlisboa, es que tiene firmes intenciones de seguir adelante, aunque tenga que lidiar con ese inconveniente surgido en toda ciudad que ha sufrido la ausencia de una feria relevante durante varios años: «prácticamente solo existen coleccionistas con grandes colecciones mientras que el comprador de nivel medio ha desaparecido. Entendemos que hay que insistir en que se vuelva a incentivar la creación de este perfil. En este sentido, la situación es parecida a la que se vivía en España durante las primeras ediciones de ARCO» -precisa Enrique Tejerizo- «No obstante, creo que la feria ha sido una experiencia muy positiva y contribuirá al crecimiento y a la internacionalización de ARCO«. Sin duda, un gran reto que todos los involucrados abordan con ilusión para lograr que esta nueva iniciativa se consolide definitivamente en las futuras ediciones.

 

Stand Galería Juana de Aizpuru © Marina Fertré

 

Stand Galería Slowtrack © Marina Fertré

 

Stand Galería José de la Mano © Marina Fertré

 

Stand Galería Leandro Navarro © Marina Fertré

 

Stand F2 Galería © Marina Fertré

 

Stand NF Galería © Marina Fertré

 

Stand Galería Parra & Romero © Marina Fertré

 

Stand Galería Espacio Mínimo © Marina Fertré

 

Stand Galería Maisterravalbuena © Marina Fertré