Tras la ronda de conferencias que el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) realizó en el Museo Lázaro Galdiano el pasado mes de mayo, EXPOARTEMADRID se reúne con su presidenta Isabel Durán para charlar del panorama artístico español. El IAC es una asociación privada sin ánimo de lucro, integrada por 425 socios, profesionales del arte contemporáneo. Un colectivo de artistas, críticos, galeristas y teóricos del arte que han decidido unir fuerzas para conformar la primera asociación artística a nivel nacional de nuestro país.
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Isabel Durán, Presidenta del IAC © Cortesía Isabel Durán |
EXPOARTEMADRID: ¿Cuál es la función principal del IAC?
Isabel Durán: El objetivo primordial del instituto es mejorar el estatus del arte contemporáneo en España y fortalecer las relaciones entre los distintos profesionales del mundo artístico. Velamos, entre otras cosas, para que las administraciones de nuestro país tengan respeto por el arte. Con ello me refiero a que exista, por ejemplo, formalidad en el pago a los artistas o en el proceso de nombramiento de directores de museos. Afortunadamente, aunque todavía hay mucho que mejorar, con el tiempo se han conseguido regular un gran número de aspectos. No estamos en la misma situación que cuando nació el instituto.
EAM: ¿Cuál fue el detonante que dio lugar a la fundación del IAC?
I.D: La asociación nació en 2003, momento en el que existía una necesidad de crear un interlocutor entre las distintas asociaciones artísticas y el Estado. Es por ello que se tomó la decisión de fundar una asociación y, con el paso del tiempo, articular una nueva unión de todas las asociaciones a través de la creación de una MESA sectorial del arte contemporáneo. En ella están representantes de todas las asociaciones de carácter nacional con los que el instituto trabaja en equipo para trasladar las reivindicaciones pertinentes a la administración central. De esta manera, la MESA sectorial se reunió, antes de las elecciones generales de diciembre, con cada uno de los distintos partidos políticos para presentarles las necesidades fundamentales del sector.
I.D: La MESA sectorial la forman un total de ocho presidentes: Yolanda Romero (Presidenta de la Asociación de Directores de Museo de Arte Contemporáneo), Armando Montesinos (Presidente del Consejo de Críticos y Comisarios de Artes Visuales), Alberto de Juan (Presidente del Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo), Ana Velasco (Presidenta de la Federación Estatal de Asociaciones de Gestores Culturales), Isidro López-Aparicio (Presidente de la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales y portavoz de la Red de Artistas Contemporáneos de España), Rocío de la Villa (Presidenta de la Sociedad Española de Estética y Teoría de las Artes), Marián López Fernández Cao (Presidenta de Mujeres en las Artes Visuales) y por mí, Isabel Durán como presidenta del Instituto de Arte Contemporáneo.
I.D: Contamos con delegados territoriales que cumplen la labor de hablar con los políticos; los representantes de educación y cultura de los partidos políticos de su provincia; y defender las buenas prácticas. Una de las acciones es intervenir para que todos los museos públicos, y más aún aquellos que albergan grandes colecciones, dependan de un patronato y no exclusivamente de un director general. Necesitamos que dispongan de un consejo que vigile que la organización cumpla debidamente sus fines. Esta medida, que parece de sentido común, todavía no se lleva a cabo en un gran número de centros como, por ejemplo, centrándome en la Comunidad de Madrid, en el Museo de Móstoles.
EAM: Al ser una asociación privada, ¿de dónde proceden las dotaciones económicas que recibe el IAC?
EAM: En el IAC contáis con varías líneas de trabajo, ¿cuáles son y en qué se especializan?
I.D: El panorama es desolador. Particularmente, lo que estoy haciendo con el grupo de trabajo es tratar de analizar el problema desde dos planos. Por un lado, evaluar la formación del profesorado actual y elaborar un protocolo para formar a los profesores que carezcan de conocimientos artísticos. La idea es que utilicen el lenguaje artístico contemporáneo como método de aprendizaje de otras materias, ya que por desgracia no existe una asignatura dedicada exclusivamente al arte. Por otro lado, hemos desarrollado una vía para la formación de los futuros profesores. Ahora mismo hay una persona en magisterio que está analizando el tipo de formación que se da en cada una de las materias que componen el plan de estudios. Nuestro cometido final será elaborar un documento con las carencias y proponer las enseñanzas fundamentales que consideremos que deben impartirse.
EAM: ¿Qué respuesta os dan los organismos estatales cuando les proponéis estas medidas?
I.D: Por desgracia, generalmente todo se queda en buenas palabras. A nivel estatal, hemos realizado varias peticiones que deberían acometerse con urgencia, como la elaboración de una digna Ley de Mecenazgo o que del 1.5% del presupuesto general destinado a obras públicas culturales se fije un porcentaje destinado exclusivamente al arte contemporáneo. Todo ello debe estar supervisado por una comisión de expertos que ratifique que el dinero se emplea de un modo adecuado, como la junta de calificación que existe en el Ministerio de Cultura para valorar la compra de una determinada obra de arte.
EAM: ¿Qué falla en la gestión pública del arte contemporáneo?
I.D: En mi opinión, uno de los mayores problemas de nuestro país es que hay un sector público muy poderoso donde la mayoría de los representantes carecen de la formación necesaria para atender los problemas específicos de las artes. Por supuesto, esta afirmación es una generalización pero, lamentablemente, es lo más habitual.
EAM: ¿Cuáles son las metas del IAC para los próximos años?
I.D: Estamos trabajando en torno a cuatro ejes principales: la mejora de la educación artística, tanto a nivel escolar como universitario; el cumplimiento de las buenas prácticas; el lograr un apoyo económico para el arte y volver a unos presupuestos dignos para las instituciones; y, por último, además de la reducción del famoso 21% de IVA, amparar la fiscalidad del arte con una Ley de Mecenazgo en condiciones. Es fundamental fomentar el sentido de Estado en el arte contemporáneo y en la cultura porque se está perdiendo. El camino es unir las sinergias para que todos trabajemos en la misma dirección y las acciones se complementen en vez de contradecirse.