En el siglo XVI, la creación de tapices se convirtió en una de las disciplinas más populares de las artes plásticas, al nivel de la pintura y la escultura. Fue entonces, cuando pasaron de tener una función esencialmente práctica (en la Edad Media se utilizaban para aislar los muros del frío) a convertirse en un apreciado elemento decorativo. La técnica tradicional de la elaboración de tapices ha evolucionado hasta nuestros días formando parte de las nuevas tendencias artísticas y conquistando las salas de los espacios expositivos contemporáneos. Hace apenas seis meses, pudimos contemplar en Madrid los espectaculares tapices de la barcelonesa Teresa Lanceta (Adiós al Rombo en La Casa Encendida) y, hasta el 11 de febrero de este año, podremos visitar los modelos de la artista sueca Miriam Bäckström (Estocolomo, 1967) en la galería Elba Benítez.
Una muestra titulada New Enter Image que cuenta con tres ‘abstracciones tejidas’ de gran formato, una de las cuales alcanza una longitud de siete metros. Son composiciones que aúnan textura e imagen, siendo de especial importancia la posición del espectador para apreciar por completo la riqueza de su diseño. Y es que las piezas de Bäckström, a pesar de ser bidimensionales (en este caso el grosor no es relevante), parecen tridimensionales al sucumbir a los juegos de la ilusión óptica. La artista utiliza un recurso distinto en cada tapiz para lograr el efecto visual deseado, siendo todas las reproducciones ampliaciones del mismo. De este modo, en New Enter Image I parece sobresalir un volumen esférico que consigue crear envolviendo su mano en un textil; en New Enter Image II retrata una superficie con purpurina y en New Enter Image III captura un collage hecho con coloridos trozos de papel.
Este secreto que guarda el entramado textil de las obras de Bäckström es, en realidad, una metáfora inspirada en La figura de la Alfombra. Una novela corta de Henry James protagonizada por un crítico inglés (el narrador), que se ve inmerso en una frustrante búsqueda: el enigma que un famoso escritor asegura haber escondido entre la urdimbre de líneas de su libro, tan compleja como la malla de hilos de una alfombra persa. Se trata de un mensaje que permanece oculto aún estando a la vista, como las imágenes que componen los tapices de Bäckström, que son reconocidas únicamente cuando su naturaleza es desvelada.
En España, la tradición del tapiz se remonta al rey Felipe V, primer monarca de la Casa de Borbón que fue pionero en fundar una fábrica de tapices y alfombras en Madrid. Su deseo era acabar con la austeridad que hasta entonces reinaba en los palacios de la península. Así pues, en el año 1720, puso al mando de la actualmente conocida como Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara a Jacobo Vandergoten. Desde entonces, ha sido dirigida por nueve generaciones de la familia de este tapicero oriundo de Flandes. Región flamenca que, desde el año 1500, cuenta con las manufacturas más prestigiosas de Europa, entre las que se encuentra Flanders Tapestries, donde se ha producido al completo la serie New Enter Image. No dejen de ver esta exposición de un arte, al que se han entregado a lo largo de los siglos grandes maestros como Goya y que, continúa siendo renovado por artistas como Bäckstrom, quien ya está preparando su futura colectiva en el M HKA (Museo of Modern Art, Amberes, Bélgica).



