Metapintura en 12 obras

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Ya es bien sabido que el Museo del Prado acoge hasta el 19 de febrero la exposición Metapintura: un ejercicio de investigación que reflexiona sobre la evolución del concepto de arte a lo largo de la historia. La mayor parte de las 137 obras seleccionadas -entre pinturas, dibujos, estampas, libros, medallas, piezas de artes decorativas y esculturas- están fechadas desde finales de la Edad Media hasta principios del siglo XIX, aproximadamente coincidiendo con la creación del Museo del Prado en 1819.

Sin embargo, uno de los aspectos más relevantes de esta muestra es que casi todas las piezas -excepto 22- pertenecen a las colecciones de la pinacoteca, convirtiéndose así en un ejercicio de introspección al cuadrado: no solo descubriremos la pintura a través de su representación en la pintura, sino que exploraremos El Prado a través de su propio trabajo de investigación y contextualización. Un completo viaje del que he elegido las 12 obras que, a mi modo de ver, mejor traducen de manera plástica la idea de Metapintura. ¿Son también las vuestras?

1. El inicio del recorrido está marcado por los orígenes del arte y su vinculación con la religión. La pintura se acerca a lo sagrado con lienzos que representan el rostro de Cristo como: La Santa Faz (1586-1595) realizado por El Greco, en el que se puede contemplar su rostro ensangrentado impreso en el blanco paño de la Verónica.

1_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
El Greco, La Santa Faz (1586-1595) © Cortesía Museo del Prado

2. El tema mitólogico también será tratado desde la época clásica, siendo muchos de sus pasajes recreados siglos después por artistas como Rubens quien pintó sobre tabla al titán Prometeo (1636) cuando escapaba del Olimpo tras robar el fuego a los Dioses para ofrecérselo a los hombres.

3_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
Rubens, Prometeo (1636-1637) © Cortesía Museo del Prado

3. Además de retratar a dioses y figuras mitológicas, los artistas también sentirán la inquietud de autorretratarse convirtiéndose a lo largo del recorrido en habituales protagonistas. Del amplio número de ellos, merece destacarse el Autorretrato que Tiziano dibujó de su perfil. Una pieza excepcional por su compleja ejecución, ya que es preciso disponer de varios espejos o de un modelo para lograr tal resultado.

7_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
Tiziano, Autorretrato (1562) © Cortesía Museo del Prado

4. La obra maestra Las Meninas (1656) de Velázquez se presenta como el prototipo más clarividente del concepto de Metapintura. La presencia del espejo en el escenario induce al espectador a la reflexión sobre el acto de ver, las leyes de la representación y el papel de la propia pintura. En el recorrido se le dedica una sección propia junto a El Quijote, considerado el ejemplar por excelencia de la Metanovela. Dos referentes de la historia de la literatura y la pintura occidentales pertenecientes al Siglo de Oro español.

5_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
Velázquez, Las Meninas (1656) © Cortesía Museo del Prado

5. Cuenta la leyenda que la pintura se inventó el día en que el ser humano trazó el contorno de su silueta sobre una pared, tal y como se recrea en la escena de El origen de la pintura también conocida como La invención de la pintura, lienzo de Matías de Arteaga realizado en 1665.

4_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
Matías de Arteaga, El origen de la pintura/La invención de la pintura (1665) © Museo del Prado

6. Velázquez rompe de nuevo los moldes con la representación de un cuadro dentro del propio cuadro al pintar Las Hilanderas, donde reproduce El rapto de Europa (obra que Tiziano pintó para Felipe II) en el tapiz de la pared del fondo que decora esta cotidiana escena de un taller de tapicería.

8_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
Velázquez, Las Hilanderas (1655-1660) © Cortesía Museo del Prado

 

 

7. Copiar era símbolo del afán de superación que tenían maestros como Rubens, quien también reprodujo el El rapto de Europa de Tiziano durante su viaje a Madrid en 1628-1629. Eso sí, en este caso se trata de una fiel réplica del original, tanto a nivel técnico como compositivo (comparten hasta en el título). Las diferencias más relevantes se hallan en la mayor presencia de la línea y el uso de una paleta de colores más estridentes.

9_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
Rubens, El rapto de Europa (1628 – 1629) © Cortesía Museo del Prado

8. Tiziano volverá a convertirse en objeto de deseo en el cuadro El Genio de la Pintura, pintado por Livio Mehus en 1650 donde aparece en un primer plano la figura del ‘genio’ coronado de laurel dibujando El martirio de San Pedro Mártir de Tiziano. En un segundo plano, aunque prácticamente superpuesto con el anterior, se puede contemplar como el propio Mehus, autorretratado, se convierte en el principal supervisor de la acción.

6_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
Livio Mehus, El Genio de la Pintura (1650) © Cortesía Museo del Prado

9. En el siglo XVII, la exhibición de pinturas se convirtió en un modo de evidenciar la elevada situación social de una clase burguesa con fuertes deseos de ennoblecimiento, que querían aumentar su popularidad a base de propagar su legado cultural. Prueba de ello, es el retrato que el pintor flamenco Teniers realizó de El archiduque Leopoldo Guillermo en su galería de pinturas en Bruselas en el año 1647.

10_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
David Teniers, El archiduque Leopoldo Guillermo en su galería de pinturas en Bruselas (1647-51) © Cortesía Museo del Prado

 

10. El propio concepto de Metapintura evoca el ilusionismo o el arte del trampantojo, que tan popular se ha hecho en esta exposición con Huyendo de la crítica (1874), obra de Pere Borrell y del Caso donde el protagonista escapa de los marcos del lienzo para evitar que le ‘encasillen’.

11_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
Pere Borrell y del Caso, Huyendo de la crítica (1874) © Cortesía Museo del Prado

 

11. El juego de reflejos que ofrece el espejo será utilizado por Goya para expresar, con cierta teatralidad, el amor que se profesaban los protagonistas del cuadro La XII marquesa de Villafranca pintando a su marido (1804): los ojos de ella apuntan fuera de la composición mientras que el Marqués mira a su esposa desde el propio retrato que ella le está realizando.

11_1_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
Francisco de Goya, La marquesa de Villafranca pintando a su marido (1804) © Cortesía Museo del Prado

 

12. Por último, he destacado una de las obras realizadas en los interiores de la pinacoteca. El autor fue el italiano Pedro Kuntz y Valentini, quien pintó la majestuosidad arquitectónica de la Rotonda del Museo del Prado catorce años después de su inauguración.

12_metapintura_museodelprado_expoartemadrid
Pedro Kuntz y Valentini, Rotonda del Museo del Prado (1833) © Cortesía Museo del Prado