Con motivo de la feria de arte contemporáneo Art Madrid’17, que tendrá lugar del 22 al 26 de febrero en la capital española, Expoartemadrid publicará el especial «Artistas de las galerías madrileñas en Art Madrid»: Una serie de entrevistas centradas en dar un adelanto del trabajo que presentará en la feria un artista de cada galería madrileña participante. Hoy es el turno de Hugo Fontela (Grado, Asturias, 1986), cuyas obras podrán contemplarse en el stand de la Galería Hispánica Contemporánea.
Las piezas forman parte de la serie White Paintings, realizada en 2014 en su estudio de Nueva York, ciudad en la que ha vivido durante una década. En 2015, Fontela regresó a España y abrió estudio en Madrid, coincidiendo con su incorporación a la Galería Marlborough. A pesar de tener sólo treinta años, este artista «bebedor de la buena pintura» cuenta ya con una consolidada trayectoria internacional, que ha construido con tesón. «Siempre he sido una persona muy ordenada en el trabajo. Me gusta tener un horario definido. No hay día que no vaya al estudio».
Expoartemadrid: ¿Puedes describir las fases de tu proceso creativo?
Hugo Fontela: Lo que me invita a comenzar una serie es siempre una imagen que me seduce. Desde entonces se convierte en mi punto de partida y sobre ella aplico mis intereses pictóricos. Además, mis series siempre están formadas por piezas repetitivas, es decir, que reinterpreto varias veces la misma imagen para extraer toda su poesía. Al final, esta repetición favorece la creación de un conjunto de obras que dialogan a la perfección entre sí.
EAM: Y entre las distintas series, ¿existe un hilo conductor?
HF: Normalmente en cada serie hay rupturas debidas al descubrimiento de una nueva imagen, o a un giro en el concepto plástico que quiero trasmitir. Aunque sí que es cierto, que durante el proceso de trabajo de las distintas series, a veces se abren puertas que me llevan a otro concepto o a la modificación de una misma imagen bajo diferentes parámetros, dando lugar a otra serie.
EAM: ¿Cómo definirías tu lenguaje artístico?
HF: Al principio de mi carrera pintaba obras más figurativas, menos pictóricas. Sin embargo, en este periodo de doce años, he evolucionado hacia una línea más conceptual, donde la pintura en sí misma está mucho más presente que el motivo representado. Aunque lo más probable es que un pintor figurativo me considerase abstracto y un pintor abstracto, figurativo. Al final, lo que intento transmitir con mi pintura es la emoción que siento por el entorno que me rodea. Este sentimiento es el que verdaderamente hace que comience a pintar.
EAM: ¿Cuáles de tus pinturas presentará la Galería Hispánica Contemporánea en Art Madrid?
HF: En la feria estarán obras de la serie White Paintings, que realicé en mi estudio de Nueva York en el año 2014. Son piezas que representan la imagen de un muelle, un viejo pivote de madera flotando en un agua profunda y a la vez muy limpia. Están relacionadas con todas las pinturas que he realizado inspirándome en los muelles de Nueva York, aunque en esta ocasión, no hacen referencia a ningún lugar concreto. A nivel estético, se aprecia la influencia de artistas contemporáneos como pueden ser Robert Ryman o Cy Twombly, o incluso de las pinturas blancas que hicieron en los años 80, Miquel Barceló y José María Sicilia.
EAM: ¿Actualmente produces todas tus piezas en España?
HF: Sí, los dos últimos años he estado produciendo obra en mi estudio de Madrid, que abrí coincidiendo con mi incorporación a la Galería Marlborough. No obstante, continúo viajando. En unos días me voy a San Juan (Puerto Rico) para trabajar durante casi dos meses en un nuevo proyecto, que inauguraré en verano en una institución de Asturias. Tengo muchas ganas de comenzar, porque mi pintura ha estado influida en algunas etapas por el Golfo de México. Aunque siempre realizado desde Florida y solamente trabajando sobre papel. En esta ocasión, voy a pintar desde las playas del Caribe e inspirado por los troncos que el mar devuelve a la orilla como náufragos. En abril, regresaré de nuevo a España para la inauguración de la individual titulada Norte que tendrá lugar el día 20 en la Galería Marlborough de Barcelona. Será una exposición de mis piezas más recientes, algunas de las cuales se podrán contemplar también en ARCO.
EAM: Has trabajado durante diez años en Nueva York, ¿qué diferencias aprecias respecto al ecosistema artístico español?
HF: Estados Unidos tiene otra dimensión completamente distinta. Allí es donde se encuentran las galerías más importantes del mundo. También cuentan con un consolidado sistema de mecenazgo, completamente diferente al nuestro. En mi caso, durante los años que viví en Nueva York tuve la ocasión de ver, tanto en el ámbito privado como público, exposiciones de grandes artistas a los que pude conocer en su entorno natural de trabajo. De una ciudad como Nueva York valoraría, sobre todo, la gran cantidad de propuestas que se pueden encontrar y la oportunidad de poder entablar relaciones en un entorno mucho más plural e internacional.
EAM: ¿Qué no falta en el estudio de Hugo Fontela?
HF: No pueden faltar los libros de arte, ya que son mi alimento básico a la hora de pintar. Además de la biblioteca, tengo en mi estudio una zona amplia para pintar, imprescindible para poder trabajar con los grandes formatos. También me preocupo siempre por utilizar soportes de buena calidad, que sean capaces de soportar mi proceso de trabajo, a veces un tanto agresivo. Es primordial que los lienzos sean de materiales fuertes para que sobrevivan a esas batallas. Por lo demás, es un taller muy discreto, no hay nada tecnológico ni mucho menos.
EAM: Para finalizar, ¿qué es lo que más te fascina de las piezas que podremos contemplar en esta edición de Art Madrid?
HF: La vuelta al blanco y a la pureza. La serie White Paintings está formada por obras de estética minimalista que regresan a la esencia de la pintura. El blanco ha sido mi punto de partida en este planteamiento artístico. Además, he intentado llevar experiencia del blanco a ese motivo del muelle, ya que en otras series como Golfo de México, lo había representado de una forma mucho más dura, marcada por tonalidades muy oscuras. En esta ocasión, las pinturas se despojan de cualquier elemento de distracción, para presentar al muelle emergiendo sobre un fondo pulcro. Son piezas nacidas de la limpieza, de la elegancia y de lo justo.





