Especial Art Madrid’17: Entrevista a Abraham Calero

Abraham Calero © Marina Fertré

Con motivo de la feria de arte contemporáneo Art Madrid’17, que tendrá lugar del 22 al 26 de febrero en la capital española, Expoartemadrid publicará el especial “Artistas de las galerías madrileñas en Art Madrid”: Una serie de entrevistas centradas en dar un adelanto del trabajo que presentará en la feria un artista de cada galería madrileña participante. Hoy es el turno de Abraham Calero (Madrid, 1976), cuyas obras podrán contemplarse en el stand de la Galería Jorge Alcolea.

Las piezas pertenecen a la serie Olvidados (Dignus), un proyecto que el artista comenzó en 2012, y que se pudo admirar como parte de PHotoEspaña el año pasado, en la exposición individual homónima que le dedicó la galería Jorge Alcolea. Una serie de fotografías de objetos, denostados socialmente a causa de su completo abandono, que son fruto de la obsesión de Calero por «la huella que el tiempo deja en los objetos y en las personas, así como por el vínculo que las personas tienen con los objetos a lo largo de su vida».

Expoartemadrid: ¿Cómo entras en contacto con estos objetos?
Abraham Calero: El primer objeto que fotografié fue una bicicleta que un buen amigo había comprado en un mercadillo. En ese momento, no sabía que aquella iba a ser la primera obra de una gran serie. Después, realicé imágenes de un par de juguetes antiguos y, entonces fue cuando me di cuenta de que me fascinaba profundamente la idea de este proyecto. Así que empecé a contactar con distintos amigos y a pedirles que me dejaran visitar sus trasteros o garajes para observar los objetos antiguos que tenían almacenados. Era preciso que pertenecieran a conocidos porque me interesaba saber qué vida había tenido anteriormente cada uno de los objetos. Sólo así sería capaz de iniciar un vínculo con ellos.

EAM: ¿Qué te influye a la hora de elegir un objeto determinado?
AC: Exclusivamente lo que ese objeto me trasmite. Es un amor a primera vista. Siempre entro en los garajes sin saber lo que me voy a encontrar. Empezamos a mirar cajas y voy separando las piezas que me interesan. Normalmente, me llevo varias de ellas a casa para observarlas detenidamente y ver cuál es la que mayor carga emocional desprende en base a su lectura plástica y su armonía estética. Al final, es imprescindible mostrar los objetos de un modo bello.

EAM: ¿Cuáles de esos objetos fotografiados vamos a poder ver en Art Madrid y qué historia hay detrás de cada uno de ellos?
AC: En la feria se expondrán cuatro: la peonza, el grifo, la cizalla y el teléfono. Todas tienen historias muy diferentes. La peonza la encontré en Córdoba, en una tienda de juguetes de los años 60. El dependiente la conservaba porque se la había realizado su padre cuando era niño. Por eso no me la vendió, pero me la prestó para fotografiarla. El grifo procede de una antigua casa derribada de la que habían separado todo el metal para venderlo. La cizalla manchada de pintura la descubrí en el estudio del artista Miguel Aguilar y el teléfono es de un buen amigo, que trabajó durante muchos años en una compañía de comunicaciones. El modelo, de los años 50 y hecho en España, lo seleccioné porque me recordaba a aquellos tiempos en los que había un único teléfono por familia y solo se hacían llamadas por motivos verdaderamente importantes.

EAM: ¿Concibes estas fotografías como retratos de objetos?
AC: Son retratos de objetos sin lugar a dudas. Al igual que se hacen retratos de personas, se pueden hacer de objetos o de una ciudad. La diferencia está en cómo uno se acerque. Por ejemplo, se puede fotografiar a una persona para un editorial de moda y no considerarlo un retrato. No es lo que fotografías, sino cómo lo fotografías. Por eso es fundamental aproximarse desde la empatía y el respeto para poder capturar la verdadera esencia de lo fotografiado. En este caso, la esencia de los objetos era el uso para el que fueron creados.

EAM: Tus fotografías poseen cierta naturaleza nostálgica, ¿te obsesiona la pérdida y el abandono?
AC: Absolutamente. Mi trabajo puede dividirse en dos tipos de capas. Por un lado, aquellas que describen la obra resultante en sí misma y, por otro, las que expresan mis emociones ocultas. Estas últimas son efectivamente la pérdida, la necesidad de saber cuál es nuestra utilidad como personas, lo que significamos para los demás cuando dejamos de ser importantes en sus vidas o qué lugar ocupa en nuestra mente una persona querida cuando fallece.

EAM: ¿Por qué realizas todas las imágenes sobre fondo negro?
AC: A excepción de dos, que están realizadas sobre fondo blanco, el resto están sobre fondo negro para centrar la atención sobre el objeto. Al final me decanté por el negro, porque el fondo blanco es propio de la fotografía comercial y publicitaria. A nivel técnico, es verdad, que me ha resultado mucho más complicado, ya que ha sido muy difícil conseguir esa intensidad en los negros.

EAM: ¿Cómo es el proceso técnico que hay detrás de cada fotografía?
AC: Todas son fotos de estudio. Las he obtenido fotografiando los objetos sobre un fondo negro real de terciopelo y cuidando mucho la iluminación. Además, es una imagen realizada a partir de muchas fotografías. Al tratarse de objetos pequeños, la cámara tiene que estar muy cerca del objeto para poder fotografiarlos en modo macro. De esta manera se consigue una mayor definición, pero la profundidad de campo se reduce muchísimo y por ello la zona enfocada es menor. Así que realizo numerosas fotografías a alta resolución de las distintas partes del objeto, y después, con el programa de edición, las uno en una única imagen.

EAM: ¿Qué te interesaba mostrar con este proyecto?
AC: Además de la propia historia de cada objeto, lo que más me fascina son las puertas que el objeto abre en la mente de las personas que lo contemplan. Ese diálogo interno que nos suscitan aquellas piezas que también forman parte de nuestro recuerdo y que nos son tan familiares. Me interesa que los objetos vuelvan a recobrar en la mente de las personas, aunque sea por un pequeño instante, la utilidad para la que fueron creados. Se trata de devolverles la vida a través de la evocación del recuerdo, y de algún modo, su dignidad, de ahí el título de la serie: Dignus.

EAM: ¿Cuáles son tus futuros proyectos?
AC: El próximo 23 de marzo inauguro exposición en la Galería Jorge Alcolea. Será una colectiva titulada Realistas en la que participaré junto a Juan Escauriaza, Josefa Medina, Mario Pávez, Carlos Pulido y Antonio de Irún. Presentaré tres piezas, realizadas ex profeso para esta exposición, del proyecto Reconstrucciones, que he estado realizando durante estos últimos dos años. Es una propuesta centrada en la cotidianidad de las ciudades, que pretende acercar la fotografía a la pintura. De hecho, todas son exclusivamente copia única, sin prueba de artista. Cada imagen se presenta sobre un dibond de aluminio en gran formato y son, al igual que en este proyecto, el resultado de la unión de numerosas fotografías. En concreto, estas piezas mostrarán los cielos blancos tan característicos de las escenas de invierno de mi ciudad natal: Madrid.

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Peonza (2015) © Cortesía Abraham Calero
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Cizalla (2015) © Cortesía Abraham Calero
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Grifo (2015) © Cortesía Abraham Calero
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Teléfono (2014) © Cortesía Abraham Calero