El Museo ICO expone en sus salas hasta el 14 de mayo Cámara y modelo. Fotografía de maquetas de arquitectura en España. 1925-1970, una ambiciosa muestra que pone el foco sobre dos sistemas de representación fundamentales para la práctica arquitectónica: la maqueta y la fotografía. La selección abarca un total de 100 fotografías de maquetas, la mayoría realizadas por fotógrafos de renombre como Català-Roca, Masats, Kindel, Pando, Lladó o Maspons-Ubiña, que se intercalan a lo largo del recorrido con las reconstrucciones volumétricas de los proyectos que representaron la llegada de la modernidad a la España del Siglo XX.
En esta ocasión, además de recomendar la muestra (especialmente a todos los arquitectos y apasionados de la arquitectura), he elaborado un texto con las descripciones y curiosidades de cinco de los edificios mostrados en la exposición. Un grupo de diseños realizados por arquitectos de renombre que, sin duda, fueron revolucionarios en su momento y marcaron un antes y un después en el modo de entender la evolución de esta disciplina en España. Lo mejor: todas son construcciones que han resistido a lo largo del tiempo y se preservan actualmente manteniendo la función para la que fueron proyectadas.

1_Casa Bloc (Barcelona, 1933)
Arquitectos: Josep Lluís Sert, Josep Torres Clavé y Joan Baptista Subirana
Fotógrafo: Desconocido
Luz, ventilación e higiene. Bajo estos tres fundamentos realizaron el diseño de la Casa Bloc los arquitectos Josep Lluís Sert, Josep Torres Clavé y Joan Baptista Subirana. Tres principios clave que también estaban presentes en la base ideológica del GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea) del cual formaban parte, y que fue creado para promover la democratización del bienestar en la arquitectura. La idea del proyecto era proporcionar doscientas viviendas a la población obrera más necesitada que vivía en los barrios industriales de Sant Andreu. De este modo, siguiendo la estética de la arquitectura racionalista de la época, diseñaron un edificio de cinco bloques lineales agrupados en forma de S, cada uno de los cuales está integrado por tres niveles de galerías exteriores que dan acceso a tres hileras superpuestas de dúplex. La solución se percibe en el alzado con un total de seis plantas, intercaladas en grupos de dos por un pasillo-galería exterior. El interior de las viviendas cuenta con 70 metros cuadrados distribuidos en salón-comedor, cocina, aseo, tres dormitorios y una pequeña terraza. Además, varios de los bloques se elevaron sobre pilotis para favorecer la interrelación de los distintos espacios de la zona ajardinada de la planta baja. La primera piedra de la Casa Bloc se colocó en el año 1933, durante la Segunda República. En 1936, debido al estallido de la Guerra Civil, las obras se paralizaron a pesar de que faltaba muy poco para concluirlas. Finalmente se terminó inaugurando en el año 1943 durante el régimen franquista. En la actualidad, continua manteniendo su función de vivienda, proporcionando alojamiento a familias con pocos recursos económicos empadronadas en Sant Andreu o para dar cabida a las personas acogidas a planes de inclusión social.

2_Estadio del Fútbol Club Barcelona (1954)
Arquitectos: Francesc Mitjans Miró, Josep Soteras y Llorenç García-Barbón
Foto Sender
Durante la década de los 50 del siglo XX, fueron especialmente populares las construcciones de grandes equipamientos deportivos como el Camp Nou, el estadio del Fútbol Club Barcelona. Con este nuevo proyecto no sólo se pretendía remplazar el antiguo estadio de Les Corts, sino que además aspiraban a convertirlo en un referente a nivel mundial. El arquitecto Francesc Mitjans Miró recibió el encargo en colaboración con los arquitectos munipales Josep Soteras y Llorenç García-Barbón. Entre los años 1954 y 1957 se completaron la totalidad de las obras sobre un amplio espacio abierto ubicado en el Carrer d’Aristides Maillol del Barrio de Les Corts y a escasos metros de la Avenida Diagonal. El estadio llamaba poderosamente la atención debido a la imponente estructura de hormigón armado con tres graderías en voladizo, que se diseñaron con distintas pendientes para favorecer la proximidad de los aficionados al terreno de juego. El aforo máximo en la fecha de la inauguración fue de 93.053 espectadores, abandonando la idea inicial de las 150.000 localidades. No obstante, en el año 1982 se amplió su capacidad a unas 115.000 plazas que volverían a reducirse antes del año 2000 (debido a la aplicación de la normativa que obligaba a suprimir las localidades de a pie), a las cerca de 100.000 con las que cuenta actualmente. Aún así, es hoy en día el estadio más grande de Europa.

3_Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (1966)
Arquitectos: Robert Terradas Via y Jordi Adroer Iglesias
Fotógrafo: Francesc Català-Roca
En el año 1964 se convocó el concurso para la realización de un nuevo Colegio de Médicos en Barcelona, que sustituyera al edificio de 1931 de la Vía Laietana. Al año siguiente, se anunció la propuesta ganadora, que se levantaría en el nuevo solar del número 47 del Passeig de la Bonanova: el proyecto presentado por Robert Terradas Via, director de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, y Jordi Adroer Iglesias, catedrático en la misma escuela. El diseño, construido durante el régimen franquista, fue de lo más revolucionario al presentar una estética en consonancia con la vanguardia constructiva europea del momento. El edificio dio un paso más dentro de la corriente racionalista, al estar integrado por un juego de volúmenes superpuestos que va más allá de su funcionalidad. Una serie de cuerpos prismáticos de distintas dimensiones y de diferente apariencia que llaman la atención desde el primer instante: es imposible no fijarse en el variado tratamiento de los materiales en fachada y los diferentes tipos de ventanas. Además, para dar una mayor monumentalidad al edificio, se incorporó un bello mural del pintor Joan Vila Grau realizado por el ceramista Jordi Aguadé Clos.

4_Torre de Valencia. Madrid (1968)
Arquitecto: Javier Carvajal Ferrer
Fotógrafo: Desconocido
Este es sin duda uno de los proyectos que causó en su momento mayor polémica, aunque se ha ido disipando con el tiempo. Se trata de la torre ubicada en el célebre cruce de la Avenida de Menéndez Pelayo con la calle O’Donnell, en uno de los extremos del madrileño parque del Retiro. El edificio, diseñado por el arquitecto Javier Carvajal, cuenta con un total de 27 plantas que confeccionan sus 94 metros de altura. Su diseño de estilo brutalista, heredado de la arquitectura expresionista y racional sin ornamentación, fue criticado por interferir negativamente en la perspectiva panorámica de la Puerta de Alcalá desde Cibeles, y no estar en sintonía con los edificios de su entorno. No obstante, el proyecto iniciado en 1968 y finalizado cinco años después, es considerado actualmente un claro ejemplo del buen trabajo compositivo de la arquitectura de aquella época, que logró aunar modernidad y tradición. Una de las grandes cualidades de las viviendas es que cuentan con terrazas desde las que se pueden contemplar las espectaculares vistas al parque, y en las plantas más elevadas, a gran parte del centro de Madrid.

5_Torres Blancas. Madrid (1969)
Arquitecto: Francisco Javier Sáenz de Oiza
Fotógrafo: L. Jiménez
En el número 37 de la Avenida de América se sitúa uno de los edificios más emblemáticos de Madrid. Ganador del Premio de la Excelencia Europea en 1974, Torres Blancas marcó un antes y un después en el skyline madrileño. El nombre del edificio, diseñado por el arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza, es un homenaje a la estética blanca y organicista de las obras del maestro Le Corbusier, que le sirve de inspiración. A pesar de que finalmente se construyó tan solo una torre, destinada a viviendas y oficinas, el plural se mantuvo haciendo un guiño al planteamiento inicial de dos volúmenes. No obstante, este edificio de veintitrés plantas no pasa ni mucho menos desapercibido con su altura de 81 metros y su singular estructura portante de cilindros de hormigón armado decorada por balcones con celosías de madera. El tiempo empleado en su construcción fueron cuatro años, de 1964 a 1968. Como colofón, Sáenz de Oiza realizó en la azotea una piscina de forma orgánica acorde al estilo del edificio, que fue el hogar del maestro durante el resto de su vida.
