El atroz consumo de imágenes al que estamos expuestos diariamente desde el inicio de la era digital ha provocado la atrofia progresiva de nuestro sentido de la distancia. De este modo, se confunden cada vez más realidad e imagen, hasta el punto de concebirse como dos coordenadas de un mismo plano en el que la instantánea queda despojada de toda intencionalidad y temporalidad. Un paralelismo que es aceptado por la sociedad de manera taxativa, sin prestar atención a los límites que separan la realidad de la ficción. Como contrapunto a esta viral tendencia, El Último Grito (nombre artístico bajo el que trabajan en equipo Roberto Feo y Rosario Hurtado desde 1997) expone en la galería Elba Benítez una selección de sus últimos trabajos, que giran en torno a las diferencias existentes entre los sistemas de representación y la realidad que representan.
El vocablo Malfictions que da título a la muestra, nace de la unión de los términos ‘malfunction’ y ‘fiction’, traducidos al castellano como ‘mal funcionamiento’ y ‘ficción’. Dos palabras que los artistas agrupan para hacer alusión a los errores no fortuitos, sino inherentes al funcionamiento del sistema, que presenta la ficción. En este sentido, una de las principales causas de nuestra malfiction, como ellos mismos apuntan, es la perpetuación y la sacralización del propio sistema. Un concepto que evidencia de forma ingeniosa su obra Triggered Glitches Madrid (2017), la primera de los tres trabajos que podrán contemplarse en la galería hasta el 3 de junio.
Bajo el título de Triggered Glitches se agrupan 4 trípticos construidos a partir de los glitches (fallos) de representación que forman parte del navegador Maps. Se trata de imágenes de lugares que ya no son del modo en el que el navegador nos los muestra. La realidad que aparentemente parece llegarnos en tiempo real, no sólo pertenece a un legado ficticio, sino que además, está poderosamente distorsionada. En esta ocasión, los artistas han seleccionado cuatro zonas reconocibles de la ciudad de Madrid (Casco urbano, Reina Sofía, Circunvalación y Retiro), y han aislado sus glitches para trasladarlos a sus composiciones de impresión a chorro de tinta sobre dibond. El resultado final es una imagen formada por recortes de imágenes colocados sobre un fondo negro de líneas blancas, que emulan la cuadrícula del espacio de trabajo de un software de modelado 3D.
La segunda obra de la exposición, presenta con el título The fallacy of the closed system (2017) una maqueta de cristal (la más grande que han realizado hasta el momento), apoyada sobre tres mesas, que simboliza la inconsistencia de las ciudades que defienden y adoptan el sistema cerrado como camino hacia la prosperidad. Una instalación que recrea el ideal utópico de una ciudad autónoma, haciendo un guiño a los actuales modelos entrópicos que son fruto de políticas como el Brexit o America First, caracterizadas por querer recuperar los sistemas idealizados del pasado, cuyo triunfo solo ha tenido lugar en la ficción. Para aumentar el dramatismo de la pieza y subrayar el solapamiento existente entre realidad y ficción, los artistas le han incorporado un sistema de luces y de proyección que arroja las sombras de los volúmenes de la maqueta sobre las paredes de la sala, haciendo al espectador consciente del solape sombra-objeto (ficción-realidad).
Para finalizar, encontramos en la última sala la tercera sección de la exposición, integrada por dos obras de la serie La réalité soit trop complexe pour la transmission orale. Las piezas Erótica (2016) y Torres Blancas (2017) consisten en una construcción artesanal de una cámara oscura en tiempo real, donde se representan imágenes de índole sexual o del mítico edificio de Sáenz de Oiza. En el exterior, una carcasa de silicona de intenso color rojo recubre la forma prismática de cada volumen. Al observar estos dispositivos de naturaleza pre-cinemátográfica, el espectador se convierte automáticamente en voyeur, deseando no tanto la realidad a la que hace referencia la imagen, sino la propia imagen en sí misma. Volvemos a encontrarnos en un contexto en el que realidad y ficción parecen confundirse tanto como en las demás obras de esta exposición, que recoge toda una reflexión, de gran belleza plástica, sobre el modo en que recibimos y representamos la realidad a través de las imágenes.



