Este mes de mayo, Lisboa está más de moda que nunca. El sábado 12 estuvo en el punto de mira de Europa con el Festival de Eurovisión y del jueves 17 al domingo 20 se convertirá en el lugar de encuentro de los amantes del arte contemporáneo. Si hace dos primaveras la feria ARCO celebró su primera edición en la ciudad, abriendo camino para devolverle a Portugal un evento de arte contemporáneo de peso que los profesionales del sector reclamaban desde hacía años, en esta ocasión ya no va a ser la única. Artfairs, la empresa organizadora de la feria de arte emergente JustMAD, también ha apostado por contribuir a la consolidación del ecosistema artístico del país luso atendiendo a las necesidades de un mercado del arte en auge. «Con muchas posibilidades y un gran futuro», afirma Semíramis González, co-directora de JustLX junto a Daniel Silvo (con quién además está al frente de JustMAD) y Lourenço Egreja.
La feria contará con la participación de 43 galerías, 21 procedentes de España y 15 de Portugal, que expondrán las obras de sus artistas en el Museu da Carris (Rua Primeiro de Maio, 101). En el interior de sus naves de techos altos e iluminación cenital se alojan los «carris» [tranvías], medio de transporte icónico de la ciudad de Lisboa. Los expositores convivirán por tanto con estos vagones y se distribuirán a lo largo de tres pabellones interconectados. «Hemos dejado de lado el clásico espacio blanco y vacío. Queríamos buscar un espacio diferente que llamase también la atención de los coleccionistas», asegura Silvo. El museo es todo un emblema de la ciudad y, además, se encuentra muy próximo a la Cordoaria Nacional, donde se celebra paralelamente ARCOlisboa, lo que favorecerá el flujo de visitantes entre ambas ferias. Otro de los puntos fuertes del espacio es su gran explanada exterior, que habilitarán por la mañana como zona chill out, con food trucks de comida y bebida, y en la que se podrá bailar por la noche a ritmo de DJ. «Queríamos darle también un sentido lúdico porque nos interesa la parte social del arte«, puntualiza González.
Otro de los objetivos es que la feria sea asimismo un lugar de reunión entre los distintos profesionales del arte. En este sentido, la confianza que han depositado las galerías y su apoyo incondicional ha sido determinante para poder organizar la feria. «Hemos tenido la suerte de que muchas galerías españolas han querido acompañarnos en esta primera aventura, varias de ellas habituales de JustMAD. También han estado muy implicadas las galerías portuguesas, que demandaban ya otra feria en Lisboa. Para poder dar respuesta a sus necesidades ha sido fundamental crear una fuerte conexión con Portugal«, añade Silvo. Para entablar esta relación han contado con la ayuda de Lourenço Egreja, quien se ha encargado en mayor medida de la selección de las galerías portuguesas. Y es que esta feria no ha contado con una aplicación al uso, sino que los expositores han sido invitados a participar primando la calidad, pero sin prejuicios. «Ya no creemos en ese formato de aplicación que exige a las galerías tener un espacio físico. Hay muchas que han empezado a alquilar locales en distintas ciudades y se van moviendo de un lado a otro exhibiendo obras de artistas que representan y visibilizan. Del mismo modo, tampoco debe ser obligatorio que las galerías deban tener una antigüedad mínima. Lo importante es la calidad de las propuestas», asegura González.
Y es que en JustLX podremos encontrar desde galerías con más de medio siglo de experiencia como 111 (Lisboa), fundada en 1964 por Manuel de Brito; hasta galerías que llevan abiertas tan solo unos meses como Ibirapi Contemporânea (Lisboa), que abrió sus puertas en febrero de 2018. Algunas tampoco cuentan con sede física, como es el caso de Eldevenir Art Gallery (Málaga). JustLX se ha salido de lo convencional para crear una feria en la que convivan la tradición con los nuevos descubrimientos. Todo ello sin dejar de apoyar al arte joven con el premio de la Fundação Millennium bcp, que adquirirá una obra de un artista menor de 35 años valorada en 4.000 euros, y el Instituto Cervantes de Lisboa, que colabora con la feria acogiendo en su sede la exposiciónPuentes/Pontes en la que participarán estudiantes de Gestión Cultural y de Bellas Artes. Se inaugurará de manera paralela a la feria y se podrá visitar hasta mes y medio después.
Dentro del grupo de los artistas más conocidos que encontraremos en esta edición de JustLX hay que destacar a la lisboeta Sara Bichão, que acudirá a la feria con la galería Bessa Pereira (Lisboa) y tendrá exposición en el Museu Calouste Gulbenkian en junio. Del otro lado del charco vendrá la galería 55SP (Sao Paulo) con obra del venezolano Ricardo Alcaide. En cuanto a los artistas españoles, podremos ver obra de Pablo Armesto e Ismael Lagares en el stand de Aurora Vigil-Escalera (Gijón), de Hugo Alonso en el de la galería Miquel Alzueta (Barcelona) y de las artistas viguesas Eva Díez, con la Galeria das Salgadeiras (Lisboa), y Carla Andrade, con la galería Trinta (Santiago de Compostela). Por su parte, la galerista Gema Llamazares (Gijón) acudirá con obra de Estefanía Martín Sáez y Daniel Verbis. La Casa Amarilla (Zaragoza) llevará, entre otros, los trabajos de Jorge Fuembuena y Joana Cera. Además, también podremos encontrar piezas de los años 50 como, por ejemplo, las de Amilcar de Castro que trae la Primner Gallery (Lisboa).
La horquilla de precios será «muy parecida a la de JustMAD. La mayoría de obras oscilarán entre los 500 y los 10.000 euros«, explica Silvo. Además, la feria contará con un Programa VIP, especialmente pensado para los coleccionistas, en el que está programada la visita a importantes centros de arte como el MAAT (Museo de Arte, Arquitetura y Tecnologia), la Fundación Calouste Gulbenkian o el Museo de la Colección Berardo. «Queremos que los coleccionistas sientan Lisboa, que conozcan la ciudad y vean sus exposiciones. Además, también tendremos celebraciones privadas con ellos», detalla González. Una feria de pequeña escala (puede verse en un par de horas), pero que apunta a ser «muy divertida y con un carácter muy personal al celebrarse en el interior del museo de tranvías», menciona Silvo. La inversión ya está hecha, ahora solo toca desear que «las galerías queden tan contentas que quieran volver el año que viene. Esa es siempre la mejor validación de éxito que una feria puede tener«, apunta González.


